En las oficinas del Senador Ricardo Monreal hay información de que el también legislador morenista César Cravioto, promueve lo que consideran un “golpe de Estado” contra su coordinador.
Glorieta de Colón
Ayer, en el Senado de la República, surgió información de que el legislador por la Ciudad de México, el morenista César Cravioto, promueve lo que consideran un “golpe de Estado” contra su coordinador parlamentario, Ricardo Monreal, pues pretenden aprovechar que este viernes se va a España para la reunión Interparlamentaria, y estará ausente 4 días.
Lo que parece no ha calculado bien Cravioto (el golpeador de Martí Batres, secretario de Gobierno de la CDMX) es que si Monreal sale de la bancada de Morena, el gobierno pierde la mayoría en el Senado, pues se irían con el zacatecano 17 de los 60 senadores morenistas.
La bancada quedaría con 43, más 5 del PVEM, 5 del PT y 4 del PES. O sea, Morena y sus aliados tendrían 57 senadores, mientras que la oposición PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano sumaría 70 legisladores, quienes hasta con su firma y su voto han manifestado su apoyo a Monreal. Si se consuma el golpe, podría haber una parálisis legislativa el resto del sexenio.
¿Está como el ahuehuete?
Entre broma, en serio, presagios y deseos, en redes sociales abundan los comentarios de que el agonizante (si no es que ya muerto) ahuehuete que trasplantó el Gobierno de Claudia Sheinbaum a la Glorieta de la Palma en Paseo de la Reforma es un reflejo de su gobierno en la capital y de su campaña.
“El ahuehuete del Paseo de Reforma está muerto, jamás va a revivir”, dijo hace unos días Saúl Alcántara, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana en una entrevista con el diario El País. “Hubo fallos fatales en el proceso de trasplante”, añadió. Del verdoso árbol que colocaron en junio pasado, hoy sólo quedan ramas.
Aunque esta especie es muy longeva y puede vivir hasta 3 mil años, este sólo tiene 20 años y se nos fue. Al gobierno de Sheinbaum también se le murió la Palma, que estuvo en esa Glorieta por más de 100 años. “No puedo con un árbol, tampoco con la Ciudad y menos con el país”, dicen en las redes, y aunque exageran, el hecho sí afecta la imagen de Sheinbaum.
El Gobierno capitalino dice que va a florecer en marzo. Lo veremos.
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