Tras afirmar que la verdadera reconciliación en México implica solucionar los grandes problemas que ponen en riesgo la convivencia pacífica y armoniosa del país, Ricardo Monreal dijo que la base de todas las reconciliaciones por impulsar está la de naturaleza económica.
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de noviembre, (MENSAJE POLÍTICO).–Tras afirmar que la verdadera reconciliación en México implica solucionar los grandes problemas que ponen en riesgo la convivencia pacífica y armoniosa del país, Ricardo Monreal dijo que la base de todas las reconciliaciones por impulsar está la de naturaleza económica.
En un texto publicado en redes sociales, el senador urgió a solucionar los grandes problemas económicos, sociales, educativos, culturales y de justicia, que ponen en riesgo la convivencia en paz y armonía.
Expresó que la reconciliación política implica la realización de elecciones libres, limpias y confiables, para dirimir en las urnas las controversias de los diversos grupos, partidos y movimientos que se disputan el poder público.
El coordinador de los senadores de Morena explicó que en la base de todas las reconciliaciones por impulsar está la de naturaleza económica, pues la globalización selectiva y focalizada que se impuso durante las últimas cuatro décadas fracturó en dos grandes bloques al país, expuso.
Por un lado, continuó, una economía exportadora, elitista y altamente concentradora de riqueza y oportunidades y, por el otro, una economía masivamente informal, con ingresos básicos o de sobrevivencia, con una fuerza laboral precaria, orientada a un mercado interno frágil, y generadora de pobreza estructural.
Monreal Ávila explicó que el proceso de elecciones libres se logró alcanzar hace apenas unas décadas, ya que el fraude electoral fue la causa principal de asonadas, revueltas y levantamientos armados en el siglo XIX y parte del XX.
Expuso que aunque el aspecto cuantitativo y más elemental de nuestra democracia electoral, como contar bien los votos, apenas se ha resuelto, está pendiente el tema de la calidad de las elecciones y de su alto costo, así como el de la eficacia de la gestión de las autoridades electas.
Además, dijo que la reconciliación social pasa por acabar con la desigualdad en todas sus facetas: la pobreza y el atraso siguen tan vigentes como lo fueron en las tres transformaciones anteriores.
Señaló que la desigualdad entre regiones, entre clases sociales, entre géneros humanos, entre grupos culturales, entre profesiones, en las comunidades y en las familias mismas sigue atravesando y caracterizando al cuerpo social mexicano.
El legislador consideró que es la fuente de conductas colectivas que ya se creían superadas y que ahora renacen con fuerza, como el racismo, el clasismo, el sexismo, el etarismo —o edadismo— y todas las formas de discriminación del México actual.
“La reconciliación social es la más urgente de las transformaciones pendientes”, externó.
Ricardo Monreal subrayó que de todas estas reconciliaciones hablamos cuando afirmamos que sin reconciliación no hay transformación ni nación.
Recordó que fue Vicente Guerrero quien acuñó esa expresión, al dar por concluido, con el abrazo de Acatempan entre él y Agustín de Iturbide, el período de luchas internas que siguió a la guerra de Independencia de 1810. Con ese encuentro se unieron las fuerzas realistas con las insurgentes del sur, y entre ambos caudillos consumaron la emancipación de México, con el Plan de Iguala.
El senador dijo que el tema ha adquirido actualidad, en virtud de los cambios impulsados por la 4T, que se reconoce heredera de los postulados por la Independencia, la Reforma y la Revolución. El punto es discernir qué se entiende por reconciliación y qué alcances tiene este planteamiento.
Hasta ahora, la reconciliación fue planteada en su dimensión política: la unidad de proyectos y acuerdos entre los grupos y dirigentes que impulsaron las transformaciones. Sin embargo, esta reconciliación política es solo una parte de la solución, finalizó.
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