Ocurrieron dos hechos atípicos en la historia reciente de la CDMX: se rezagó su crecimiento económico (3%) respecto del nacional y la consecuencia: los chilangos perdieron, en promedio el 7% de sus ingresos, si se comparan estadísticas oficiales de 2022 versus 2018.
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Ocurrieron dos hechos atípicos en la historia reciente de la CDMX: se rezagó su crecimiento económico (3%) respecto del nacional y la consecuencia: los chilangos perdieron, en promedio el 7% de sus ingresos, si se comparan estadísticas oficiales de 2022 versus 2018.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2022, elaborada por el INEGI y difundida hace unos días, el fenómeno es que en lo local sucedió lo contrario a lo nacional, rubro en que los mexicanos vieron incrementarse sus ingresos en 4% –igual comparativo con el 2018–, y también el Producto Interno Bruto (PIB) en el país aumentó respecto de aquel año.
En el caso de la capital del país los niveles de producción están por debajo de 2018, año en que inició la administración de Claudia Sheinbaum. Es decir, hubo una pérdida en el PIB de la CDMX ya arrancado el actual sexenio, que se agudizó en 2020 por la crisis sanitaria covid-19 y no hemos logrado salir de ese bache.
Sin embargo, un dato alentador en el caso de la CDMX es que hubo relativa mejora en la redistribución del ingreso. Por ejemplo, en el último decibel de la población en cuanto a percepciones –los más pobres– aumentó 1%. Y del decil 2 hasta el 6 el incremento fue de entre el 4% y 7%. En contraste, en los deciles 7 al 10 hubo una reducción promedio del 7.5%, y en particular el último decil, el de los más ricos, tuvo una baja del 20% en sus entradas. Todas estas comparaciones son 2018 versus 2022.
A pesar de todo, surge la pregunta: ¿Por qué la CDMX se encuentra 3% debajo de lo que se producía en el 2018? Esto lo explica con mucha claridad el economista Gabriel Funes Díaz, titular del Consejo Directivo de la Coparmex CDMX.
“Hay dos factores para entender la estructura económica de la ciudad. Uno: el 90% son servicios y durante la emergencia sanitaria fue el sector más afectado, incluida la construcción. En segundo lugar, me parece que el objetivo del crecimiento económico no estuvo presente en las políticas públicas, particularmente en la CDMX. Si uno lee los planes de gobierno de principios de este sexenio –que inició Claudia Sheinbaum y ahora continúa Martí Batres–, se dará cuenta que entre los 6 grandes objetivos no encontramos uno que diga ‘queremos crecer o tener mayores niveles de crecimiento’. Entonces, si no está fijado el objetivo y nos pega fuertemente una emergencia sanitaria, pues es difícil lograr esa recuperación”.
Es decir, la afectación económica pudo ser menor si, como era una obviedad, la administración de Sheinbaum –hoy aspirante presidencial–, hubiese tenido mayor visión y real planeación económicas.
A un año de lo que se podría considerar el final de la emergencia sanitaria y la aparente normalización de las actividades económicas, dos sectores no se han recuperado en la CDMX: la construcción y los servicios. Pero ha beneficiado que el sector comercio levantó, explica Funes, también gracias al incremento de los salarios en el sector formal de la economía (logro ese sí del gobierno de López Obrador) y eso generó mayor consumo de la población. Pero todavía falta 3% de crecimiento”.
Así, se espera que la inercia generada en el segundo semestre de 2022 y que ha continuado en el primer semestre de 2023, continúe el segundo semestre del año y no se vea afectada por la disputa político–electoral, y así en 2024 pueda no sólo haberse recuperado los niveles de 2018, sino estar por encima de los del 2022. Lo veremos.
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