Glorieta de Colón

Finalmente, no vimos a ese aguerrido y radical Martí Batres que tanto hacía falta en un tema tan importante como la vivienda accesible, que necesita más del 35% de los habitantes de la capital que no tienen casa propia. Resulta que su iniciativa para frenar el alza de las rentas de casa habitación se quedó en un ¡tiri-ti-ti-to! No quiso proponer una medida más drástica para revertir lo que afirma: que en 17 años se incrementaron las rentas hasta en 8 veces más que la inflación. Bien pudo atacar ese asunto con un tope a los incrementos del 50% de la inflación, durante un periodo de, por ejemplo, 5 años. O también como en otros países y ciudades que él pone de “grandes ejemplos”, topar la renta de una casa o departamento en el 6% anual respecto del valor catastral –no comercial– del inmueble, o prohibir que el arrendador obligue a comprar fianzas o a dar anticipos y depósitos más allá de un mes. Seguiremos esperando que Batres haga algo importante en las próximas semanas, para que la gente en un futuro se acuerde que algún día fue jefe de Gobierno. Hasta hoy, lo que presume es pura cosecha del gobierno de Claudia Sheinbaum.

También tibieza vs gentrificación

En otro tema que también ha sido tibio Batres, y que también genera alza desproporcionada en la renta de viviendas, es combatir la gentrificación, que se concentra en las colonias del Centro Histórico y centro geográfico de la CDMX, y ya no sólo en el tema habitacional, también ya alcanzó a los comercios. Muchos han tenido que cerrar porque les imponen rentas impagables, y ello generar pérdida de empleos y otros problemas. En este asunto, también parece de ornato el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) de la Ciudad de México, que deberá elaborar un estudio integral sobre la gentrificación y sus efectos, en el que debe incluir datos específicos sobre desplazamientos de residentes, cambios en el costo de vida y en los precios de alquiler y venta de viviendas. Esto, a propuesta de la diputada Guadalupe Barrón (PRI).