El encuentro entre el perredista Víctor Hugo Lobo y el panista Santiago Taboada, a unos cuantos días de que se definan las reglas para elegir al candidato del Frente Amplio por México a la Jefatura de Gobierno deja dos mensajes políticos importantes. FOTO: X / Taboada
Glorieta de Colón
El encuentro entre el perredista Víctor Hugo Lobo y el panista Santiago Taboada, a unos cuantos días de que se definan las reglas para elegir al candidato del Frente Amplio por México a la Jefatura de Gobierno deja dos mensajes políticos importantes. La primera, que Lobo ya no aspira a esa candidatura y está declinando en favor de Taboada, quien se perfila como el favorito, junto con la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón. Y es que, Lobo no apareció en la lista de los seis suspirantes que se difundió el lunes, en la que las propuestas del PRD son la presidenta del partido en la CDMX, Nora Arias, y Luis Espinosa Cházaro, y por el PRI el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, y la diputada federal Cynthia López Castro. El otro mensaje del encuentro es que Lobo no va a votar a favor de la ratificación de Ernestina Godoy por otros cuatro años más al frente de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a pesar que en Morena ya contaban con su respaldo. O sea que los va a dejar colgados de la brocha, lo que no es extraño en el caso de Lobo. Ya se verá.
¿Reformas serán aplicables?
Es loable que en la Ciudad de México se endurezcan las penas contra delitos ambientales, en este caso contra los talamontes, que de manera indiscriminada actúan como mafias en las pocas zonas boscosas de la capital para destruir hectáreas completas y comercializar de manera ilegal la madera. Ahora ya no serán 10, sino 20 años de prisión para quien “tale u ocasione la muerte de uno o más árboles, cuando la conducta señalada sea cometida en un área natural protegida, en un área de valor ambiental, en una barranca o en suelo de conservación”. Precisamente estas áreas son las que más padecen la invasión de los talamontes, y son las más importantes para tener oxígeno, retener agua, regular la temperatura, la fauna. Lo que falta ahora es que las penas más severas sean aplicables, porque prevalece enorme impunidad incluso en el delito más grave, que es el homicidio.
FOTO: X / Taboada
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