Una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador intercedió por su ‘corcholata’ presidencial favorita, Claudia Sheinbaum. Fue a pregunta expresa en su mañanera, cuya respuesta fue un mensaje bastante claro para que el canciller Marcelo Ebrard se discipline.
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador intercedió por su ‘corcholata’ presidencial favorita, Claudia Sheinbaum. Fue a pregunta expresa en su mañanera, cuya respuesta fue un mensaje bastante claro para que el canciller Marcelo Ebrard –ahora que anda muy crítico y hasta pareciera rebelde– se vaya alineando y haciendo a la idea definitiva de que la jefa de Gobierno es la elegida. Y el método para ungirla candidata será por encuesta.
La pregunta provino porque hace unos días Ebrard propuso que en vez de una encuesta se hiciera una especie de consulta ciudadana vía una app (aplicación) para teléfono celular o computadora, en la que se preguntara a quién quieren como candidato en Morena.
“O sea, no es: ‘a ver, yo quiero que hagan las cosas a mi medida’. Pues así no es, hay un procedimiento establecido. Y dudo que lo haya dicho (Ebrard, lo de la app), ¿eh?, porque Marcelo es una gente muy seria, muy respetuosa. Fíjense que en el 2012 me tocó ir a una encuesta con él, hicimos tres encuestas y él aceptó… Y Marcelo muy bien, no escuchó el canto de las sirenas, se puso cera en los oídos. Entonces, si fuese otra persona, pues a lo mejor, ¿no?, pero él ya sabe de este método”. Así lo paró en seco el presidente.
Es claro que Ebrard ya se sabe de ese método, y que si fuera necesario terminaría en una imposición como en 2012. En aquel año, el PRD hizo tres encuestas y en cada una cinco preguntas. Una encuesta la ganó claramente Ebrard y la otra López Obrador, pero en la tercera estaba muy cerrada, porque 3 preguntas las ganaba el tabasqueño y dos Ebrard, quien pudo impugnar, pero no lo hizo porque habría sido dividir a la izquierda, pues previo a la encuesta, el PT ya se había decantado por López Obrador como su candidato presidencial, y si el PRD postulaba a Ebrard, hubiera habido dos candidatos que se asumían como de izquierda.
Este pronunciamiento político de ayer de López Obrador ocurrió al día siguiente de que el PVEM organizó un evento multitudinario para Ebrard, en el que les dijo que si se tratara de ser candidato por ese partido, no duda que ganaría cualquier encuesta. Luego matizó y dijo que él va por Morena, pero que desea que el PVEM y el PT estén en la alianza en 2024, como en 2018.
En el contexto de que la oposición tiene como uno de los escenarios elegir a su candidato presidencial por encuesta, López Obrador les dijo ayer: “Les voy a cobrar derechos de autor, porque me están plagiando, pero ya estoy viendo que van a terminar haciendo encuestas, ¿verdad?, para allá van, están pidiendo firmas”.
En todo caso AMLO le debería pagar regalías a Carlos Salinas, pues fue el primer presidente que utilizó las encuestas para elegir candidatos a gubernaturas e incluso para tumbar gobernadores, que fueron 17 en su sexenio. Para ello tenía un área que controlaba su ‘súperasesor’ José Córdova y operaba Ulises Beltrán, con personal del INEGI. La diferencia es que Salinas sólo mostraba las encuestas a ganadores y perdedores y líderes del PRI.
Por supuesto, en su conferencia ‘mañanerita’ le preguntaron a Sheinbaum del tema AMLO-Ebrard, y dijo que ella no desconocerá lo que arroje el estudio de opinión pública. “Yo voy a aceptar el resultado de la encuesta, eso lo he dicho varias veces y no tengan la menor duda, yo jamás voy a traicionar por lo que siempre he luchado, por la democracia, por la transparencia y por la justicia social, jamás voy a traicionar eso”. Lo veremos.
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