Mensaje Político

Alejandro Lelo de Larrea

Tal parece que toda la campaña de Clara Brugada a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México será a la sombra de la de Claudia Sheinbaum, tal como arrancó, pues no le permitieron iniciar su proselitismo en el primer minuto del 1 de marzo, como sí lo hizo su adversario de la oposición, Santiago Taboada, quien sí tiene independencia para ello.

Brugada tuvo que bailar al ritmo de Sheinbaum el primer día, acompañando el mitin de la candidata presidencial, entre decenas de miles de personas –muchos acarreados–. Estar ante un zócalo a reventar pudo ser prometedor e incluso una catapulta para arrancar con fuerza, pero fue al contrario para Clara.

A la hora que llegó Sheinbaum al estrado, se acercó Brugada para saludarla. Todo iba bien, una foto juntas, aplausos, gritos. Pero de pronto, Clara intentó darle un beso a Claudia y ésta la paró y le levantó el brazo. Luego, con un empujón más suave la mandó a sentarse. La escena viralizó en redes sociales de inmediato, por supuesto como una muestra más de que Claudia no la quiere, porque le quitó la candidatura a Omar García Harfuch, a quien impulsaba.

El hecho también evidenció que, a pesar de tanto dinero, de la intervención de funcionarios públicos que cobran en el gobierno y trabajan para las campañas de Sheinbaum y Brugada en sus “cuartos de guerra”, de los dos no se hizo uno. La candidata presidencial tardó 3 horas en reaccionar y postear unas fotos abrazada con Brugada como control de daños. Pero ya era tarde.

A pesar de que frente a ellas estaba grabando con su cámara el propagandista número uno de la 4T, Epigmenio Ibarra, fue hasta el día siguiente cuando difundieron un video de él para seguir con el control de daños, de que no hay mala relación entre ellas. Pero además de lentos, les salió peor, porque en esas imágenes se escucha decir a Brugada “beso, beso”, y se ve como Sheinbaum la rechaza, y la manda a su lugar de un empujón en el hombro. De seguir así, esos “cuartos de guerra” auguran fracaso en los debates.

Otro de los hechos en que se pudo ver la mano de Sheinbaum –no para ayudar, sino al parecer lo contrario–, fue también en los dos primeros días de la campaña: Harfuch no se apareció con Brugada en ninguno de los tres eventos que tuvo el sábado (Benito Juárez, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón). Su aparición con ella fue este domingo en el Auditorio Nacional, ya en la presentación de su Proyecto de Gobierno.

En contraste, Taboada pudo decidir dónde, con quién y a qué hora hacer su arranque de campaña. Eligió a un costado de la Glorieta del Ángel de la Independencia, que por cierto estuvo cercada como para que no pudieran tomarse una foto los asistentes al mitin –y de pasada ni los turistas– en las escalinatas. Además, el operativo policial ordenado por el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, fue más para incomodar a los asistentes que para evitar algún desorden. No acotaron siquiera el tránsito en Paseo de la Reforma, como sí lo hacen –incluso con cierres–, cuando se manifiestan unas cuantas personas por la avenida.

En este arranque de campaña, jóvenes que participan en apoyo a Taboada se distribuyeron por distintos puntos de la Ciudad para iluminar zonas donde ha habido tragedias o destacan por su pésimo funcionamiento: La Línea 12 del Metro, la Línea 9, la Línea 3, el inmueble del Sistema de Aguas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Taboada se anotó el primer gol en el arranque. Faltan 87 días, todo puede pasar. Hoy van empatados. Lo veremos.