Clara Brugada debe tener claro el triste diagnóstico deportivo que hereda, otra de las deudas que ha dejado la izquierda en la Ciudad de México, los mismos que gobiernan desde 1997: la CDMX pasó del primer lugar que ocupaba en 1996, al sitio 12 que tiene actualmente, reflejo del olvido, del fracaso de las políticas públicas a lo largo de 27 años.
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Clara Brugada debe tener claro el triste diagnóstico deportivo que hereda, otra de las deudas que ha dejado la izquierda en la Ciudad de México, los mismos que gobiernan desde 1997: la CDMX pasó del primer lugar que ocupaba en 1996, al sitio 12 que tiene actualmente, reflejo del olvido, del fracaso de las políticas públicas a lo largo de 27 años.
Antes de 1996, durante muchas décadas no había quién le ganara al entonces Distrito Federal. En los resultados se reflejaba que era –y sigue siendo– la segunda entidad con mayor infraestructura deportiva, también en número de habitantes, y que había un interés por los gobernantes en turno para fomentar y apoyar al deporte de alta competencia.
Hoy no queda nada de eso. Que la CDMX sea el sitio 12 del país en los Nacionales de la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) es una pena. El pecador original de esta debacle fue Andrés Manuel López Obrador, pues cuando asumió la Jefatura de Gobierno del DF, en el 2000, evadió la responsabilidad política y social del deporte y se la trasladó a las Delegaciones, incluida la infraestructura.
En lo general, los gobiernos delegacionales del PRD, y ahora de Morena, descuidaron mucho los deportivos. Tan es así, que una de las principales críticas y quejas de los alcaldes de oposición, cuando asumieron sus encargos en 2021, los recibieron cerrados, abandonados, y tuvieron que recuperarlos.
Además, Brugada debe saberlo, ha habido un desdén absoluto del apoyo oficial de las autoridades de la CDMX para deportistas de alto rendimiento, originarios de la capital o habitantes de ésta, quienes optaron por fugarse a otras entidades de la República que sí les ofrecieron respaldo para su preparación, becas, apoyos para viajes, sitios de entrenamiento, producto de un sistema deportivo estatal.
En este contexto, más de 12 mil personas que conforman la Unión Nacional de Asociaciones Deportivas y Activación Física (UNDAF) se pusieron a trabajar en una propuesta, que recayó en un decálogo para la “transformación de la cultura física y el deporte”, encabezado por Geoffrey Recoder, licenciado en educación física y experto en gestión de entidades deportivas.
Desde el primer punto habla del mejoramiento de la infraestructura y acceso a las instalaciones deportivas. Luego, considera fundamental la promoción de la activación física, la atención a grupos específicos como personas con discapacidad y adultos mayores; desarrollo deportivo de alta competencia; más y mejor educación física y deportiva en deportivos públicos y privados, escuelas.
También mejorar la Ley, por ejemplo, para que los instructores y entrenadores reciban mejores salarios y obligar a los gimnasios y clubes deportivos, sobre todo los más grandes, a que los capaciten y certifiquen.
En otros puntos, Recoder considera importante la colaboración y coordinación institucional entre áreas de seguridad, salud, educativas; transparencia y autogenerados del deporte, que sean para el deporte; fomento económico y empresarial; apoyo internacional.
Pero hay tres adicionales que plantea Recoder: la recuperación del prestigio de la alta competencia deportiva de la CDMX; Ciudad de México, capital mundial del deporte e incluso aprovechar que seremos sede de la copa del mundo de futbol de 2026; también otorgar más y mejores apoyos a los buenos deportistas, y finalmente creación de la Secretaría de Cultura Física y Deporte de la CDMX. Ahí está el reto de Brugada: revertir la deuda de la izquierda en materia deportiva en la CDMX.
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