Pareciera no haber algún escenario que pusiera en riesgo los triunfos de Morena y el PAN en 2024 en sus respectivos bastiones en la Ciudad de México, Iztapalapa y Benito Juárez. Es más, ni siquiera se ve la posibilidad de que los guindas fueran competitivos en la zona azul, y viceversa.
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Pareciera no haber algún escenario que pusiera en riesgo los triunfos de Morena y el PAN en 2024 en sus respectivos bastiones en la Ciudad de México, Iztapalapa y Benito Juárez. Es más, ni siquiera se ve la posibilidad de que los guindas fueran competitivos en la zona azul, y viceversa.
En Benito Juárez, los panistas están firmes, a pesar de las investigaciones y señalamientos orquestados desde el gobierno de Claudia Sheinbaum con un caso que ha abierto su Fiscalía General de Justicia –que encabeza Ernestina Godoy–, de presunta corrupción inmobiliaria de parte de las autoridades de esa Demarcación Territorial.
Esto no ha afectado los altos niveles de aprobación del alcalde Santiago Taboada, quien en 2021 ganó su reelección en Benito Juárez sin necesidad de aliarse al PRI y PRD, con más del 68 por ciento de los sufragios. Nada pudo hacer la ex panista Paula Soto como candidata de Morena. Por eso mismo Fadlala Akabani, quien fue delegado en Benito Juárez por el PAN, entre 2003 y 2006, ya no insistió en volver a ser candidato y nuevamente elude cualquier mención que le hagan para el 2024.
Otra ventaja del PAN en Benito Juárez es que el grupo en el poder que encabezan el diputado federal Jorge Romero y el propio Taboada no presenta fracturas, sino al contrario. Lo que ellos llaman “persecución política de Sheinbaum” les ha servido para cohesionarse. Su candidato a alcalde en 2024 será el diputado federal Luis Mendoza, quien por sí mismo tiene muy buena aceptación en la Demarcación.
En el caso de Iztapalapa la oposición no tiene ni con qué, ni con quién competirle a Morena. Será una disputa doméstica y quien gane será la próxima alcaldesa o alcalde de esa Demarcación Territorial, donde en 2021 Clara Brugada logró su reelección consecutiva con más del 57 por ciento de los votos.
Brugada apoya a la coordinadora de los diputados locales de Morena,MarthaÁvila; también tiene el respaldo de Ernestina Godoy –quien aspiraría al cargo si no fuera porque su proyecto es reelegirse como fiscal en febrero de 2024–. En esta alianza, ya hicieron declinar sus aspiraciones al sobrino Carlos Cervantes Godoy, diputado local.
Brugada, Ávila y Godoy aseguran que partido va a optar por una mujer como candidata en Iztapalapa. Esto derrumba el argumento de que ahora toca candidato hombre, como lo promueve el príncipe del cash, Gabriel García Hernández. Ese mote lo tiene bien ganado por haber sido el gran recolector de dinero para la “Presidencia Legítima” de Andrés Manuel López Obrador, entre 2006 y 2012, a través de la fundación “Honestidad Valiente AC”, que también consiguió los recursos clave para la conformación de Morena.
Gabriel García tiene un problema: cayó de la gracia presidencial en 2021, cuando desde su posición como “coordinador General de Programas para el Desarrollo” del gobierno federal –en realidad el jefe del Gabinete Electoral de AMLO– no pudo con las elecciones de aquel año, y Morena perdió estrepitosamente la capital del país, la zona conurbana del Estado de México y no lograron la mayoría en la Cámara de Diputados.
El gran punto a favor para Gabriel García, sin embargo, es que Brugada le debe una muy grande: él dispersó enormes cantidades de dinero en 2009 para que Juanito ganara, vía el PT, la Delegación Iztapalapa, y posteriormente renunciara para dejarla en manos de Brugada. “Eso costó el dinero que ni te imaginas”, confió un asesor del entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard. Moneda en el aire. Lo veremos.
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