La diputada local del PAN Frida Guillen dijo que, en la Ciudad de México, los jóvenes están condenados a vivir con salarios “miserables” y consideró que el Gobierno capitalino tiene que replantear políticas públicas para dicho sector de la población.
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de agosto, (CDMX MAGACÍN).-La diputada local del PAN Frida Guillen dijo que, en la Ciudad de México, los jóvenes están condenados a vivir con salarios “miserables” y consideró que el Gobierno capitalino tiene que replantear políticas públicas para dicho sector de la población.
“Hoy, estudiar la universidad no garantiza un sueldo digno para subsistir ante la cruda realidad y una situación económica adversa que fue provocada por el mal Gobierno “, expresó Guillen Ortiz.
Expuso que, el sueldo promedio de un profesionista recién egresado es de apenas 10 mil pesos y eso, si le va bien. “Cuatro años de universidad, 16 años en total de educación para enfrentar la cruda realidad de una oferta laboral extremadamente precarizada”.
Acerca de lo anterior, dijo que tan sólo el precio de la canasta básica que incluye, en su mayoría verduras y si acaso, un kilo de pollo y de carne, así como huevo, ronda entre los mil 720 pesos.
“Al mes, es necesario comprar mínimo dos canastas básicas para llevar una buena alimentación, así se va casi el 35 por ciento del sueldo, más el 20 por ciento de transporte y 40 por ciento del pago de servicios”, remarcó la legisladora.
Comentó que, de una renta o una hipoteca, “las cuentas no dan” y es prácticamente imposible independizarse antes de los 26 años.
Remarcó que, el panorama actual es adverso ya que apenas el 20 por ciento de los jóvenes logran entrar a la universidad y aún menos, logran terminarla, lo que supone sueldos todavía peores, que van entre los seis mil a ocho mil pesos.
Recordó que, hace cinco años, el presidente López Obrador prometió más y mejores condiciones y oportunidades para los jóvenes a través “Jóvenes Construyendo el Futuro”, cuyo objetivo era el de emplear a jóvenes como los aprendices en la iniciativa privada con sueldos subsidiados por el Gobierno para que en poco tiempo contaran con la experiencia necesaria para emplearse formalmente.
“La verdad es que los 90 mil millones de pesos empleados en este programa social, se disolvieron en un desvió de recursos grotesco. Tan sólo el 0.3 por ciento de los beneficiarios han logrado conseguir un empleo y mientras que en un año el presidente abandona el Palacio Nacional, se quedarán más de 700 mil jóvenes sin empleo”, detalló.
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